Por: RODOLFO ANDRADE MEDINA
Interesante, productivo y actualizado, así puedo definir lo presentado en estos 5 días de curso monográfico en el conjunto colonia, organizado por nuestra benemérita Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Centro. Desconocía la médula espinal llegaba a niveles de L1 o L2, y que era protegida esencialmente por la columna vertebral; la movilidad que se pierde depende de la zona en la que haya sido afectada la médula, entre mas alta sea la lesión mayor es el grado de afectación a las funciones del cuerpo.
El porcentaje mayor de lesionados medulares concierne a los accidentes automovilísticos, donde por la imprudencia a la hora de conducir aunado a la falta de cultura de uso de cinturón de seguridad genera que el siniestrado llegue a sufrir impacto en la zona dorsal que deriva en tan desafortunado diagnóstico. Algo que me llamó la atención fue el hecho de que desde el momento en que declararon obligatorio el uso de cinturón de seguridad en el Distrito Federal, los lesionados graves por accidente automovilístico disminuyeron significativamente, según estadísticas del sistema de urgencias del hospital de traumatología del IMSS de Lomas Verdes.
Hablando de porcentajes, recordando esa pregunta de examen inmeditamente en la primer ponencia se nos aclaró la duda, el número alto de casos de lesionados medulares son hombres, a un parámetro de incluso 80% sobre el 20% de las mujeres, el cual por supuesto es sumamente disparejo enfatizado si recordámos las estadísticas del INEGI donde el grupo predominante en el país es el femenino con poco mas de 52% de habitantes de ese género. Por supuesto que este dato es digno de tomarse en cuenta, para quien desee documentar los casos medulares, tras la idea de disminuirlos.
Ya que estamos con el tema de disminuirlos lo que si se tiene que aclarar es que en realidad los casos actuales de lesionados medulares no son significativamente considerables en base a su proporción, la cual afortunadamente es muy pequeña si se compara con enfermedades de orden casi pandémico(si se me permite usar el término) como la diabetes II, la hipertensión, obesidad, ni que decir de las de orden viral, o incluso en términos mas particulares similares a la lesión medular los eventos vasculares cerebrales, que si representan un número a considerar por sus casos, tanto en México como en el resto del planeta.
También ello ahonda el hecho de no haber instituciones dedicadas expresamente a nuestro tema central, de las cuales por supuesto sobresale la Unidad en la cual tenemos el honor de estudiar, al ser la única dentro del sistema IMSS a nivel nacional con el servicio de hospitalización para el lesionado medular, con 50 camas y especialistas en tal diagnóstico. Se habla de hospitales con atención similar en otros sistemas de seguridad social, pero son lastimosamente pocas las opciones y menos sus servicios, enfocados expresamente en el lesionado medular.
Aprendimos que en base a la zona del asta de la médula dañada será el síndrome padecido por el lesionado, ya sea las astas anteriores que son mas grandes, o las astas posteriores que son un poco mas pequeñas, haciendo entre las 4 una clase de H como figura visible. La médula tiene su sustancia blanca y sustancia gris, algo similar que el cráneo, pero al revés, pues aquí la sustancia gris es la interna y es la que contiene las astas. También comprendimos que las fibras que componen las haces descendentes y ascendentes son las responsables de sensaciones y movimiento, asi que según donde sean afectadas, será el lugar también que repercutirá en el resto del cuerpo.
De esta manera será explicable el por que la lesión alta afecta no solo los miembros inferiores, sino incluso puede llegar a eliminar movilidad y sensibilidad en casi todo el cuerpo. Pero aquí es necesario aclara que las fibras se generan en la corteza cerebral, descienden en forma vertical, pero en cierto nivel se cruzan hacia el lado contrario, lo cual debe tomarse en cuenta por el nivel de la afectación, ya que si es por debajo del cruce de estas, lo que perderá movilidad es el lado contrario a donde se generó, pero si es por encima será en el mismo lugar.
Pondero la sincronización que hicieron al momento de metodizar el curso, empezando con la explicación de que es la médula espinal, que son las lesiones, cuales son, como funciona la médula, como se explican los problemas en la médula, que las causan, como se tratan, que problemas urinarios generan, las situaciones cardiacas que intervienen, los pronósticos, las posibilidades de rehabilitación, las técnicas, las formas, las características, las estadísticas de evaluación del paciente, las escalas para llegar a ello, las terapias físicas que ayudarían, las formas de aplicar las terapias físicas, los aparatos recomendados, las órtesis , como se colocan, ejercicios de cama, ejercicios terapéuticos, las terapias ocupacionales adaptadas para ellos, el grado de afectación psicológica, los derechos de los lesionados en el país y en el mundo, el uso de sillas de ruedas, su manejo…
Considero la estructura digna de enaltecer, en especial para quienes no tenemos el conocimiento previo del tema, nos ayudaron a entrar a un mundo nuevo de la mano de los expertos, paso a paso, sin perder la secuencia que efectivamente lleva una persona que cayó en el infortunio de ver frustrados sus sueños futuros por una cruel realidad. Los ejercicios de cama aprendidos con pacientes hospitalizados, la ponente los explicó de forma tan sencilla, que hasta los mismos familiares entendieron rápidamente. Conocer que son tan necesarios para el enfermo, para evitar las UPP (úlceras por presión), las cuales por cierto pueden ser medidas por su tipo hasta en 4 niveles:
El primer nivel son simples eritemas o enrojecimiento en la piel, las cuales en tan solo 30 minutos pueden llegar a presentarse, se consideran la primer señal de alerta de que algo no está bien en las posturas del paciente, con un simple movimiento en las zonas de presión desaparecen al poco tiempo. El segundo nivel son cuando ya afecta la epidermis que es la primer capa de la piel o incluso llega hasta la dermis, son esos pequeños cráteres superficiales que se notan en la piel; en estos casos se deben tratar inmediatamente, para evitar se profundicen y caigan en un nivel 3.
El tercer nivel es cuando ya afecta músculos, la lesión es bastante visible y por supuesto dolorosa para el postrado en cama, el cráter observado es profundo y puede haber necrosis, los focos rojos se han encendido. El. Cuarto nivel es cuando llega a huesos …y ahí si hemos fracasado rotundamente como grupo de atención a nuestro derechohabiente, las lesiones son poco menos que monstruosas, se crea un daño tan severo que la cirugía es el único camino, las sensaciones de dolor deben ser inimaginables, y el grado de responsabilidad de médico, enfermería, terapeutas y familiares es compartido pero lastimosamente el sufrimiento solo lo lleva el paciente.
El manejo de las órtesis nos ayudó a poner los pies sobre la tierra, para quienes teníamos la creencia de ser algo sencillo, práctico y hasta bondadoso. Todo lo contrario, para comenzar implica una adecuación de la órtesis al paciente, y del paciente a la órtesis; además de ser caras, es fundamental sean primero recetadas en base al lesionado, después estar acompañado en un proceso de educación para su uso por un profesional, donde los ejercicios de colchón serán la base para un exitoso final. Su peso es también considerable, su funcionalidad no tanto como se debiera, especialmente para quienes no cuentan con los recursos económicos que le ayuden a hacerse de la órtesis ideal, para tener que conformarse con la que son capaces de adquirir.
Y tocando el tema de las adaptaciones del paciente con lesión medular a una independencia, la mejor muestra es la silla de ruedas…la cual es el vivo ejemplo de lo complicado que será el mundo para estas personas. El ponente dijo algo muy importante: "el paciente se debe adaptar a la silla de ruedas, no la silla de ruedas al paciente", pues la variedad de estas y sus diversas funciones obligan a que asi sea. Primero hay que aprender a subirse a ellas, ya sea desde su cama, desde el piso o desde otra silla…y vaya que batallamos para lograrlo…quien pudo.
Después el objetivo se basó en transitar sobre ellas, avanzar, frenar, girar, cosas supuestamente sencillas, hasta el momento en que las vivimos. Ese ejercicio de mover en forma horizontal la silla que el ponente hacía ver tan fácil, requiere de horas y horas de práctica para lograr emularse. De la misma manera quedaron evidenciadas las rampas supuestamente adecuadas para discapacitados, cuando la realidad es otra, al estar o con una pendiente marcada, o angostas…o ambas. Aquí el ejercicio previo es fundamental, para fortalecer los músculos de miembros superiores y de tórax, caso contrario será una misión casi imposible.
Y bueno…alcanzar a estar en solo dos ruedas es el climax…de lo que debemos pero no podemos hacer. Es tan difícil para siquiera poder levantar la silla sin ayuda, que para quienes medio lo lograron su destino fue caer en forma irremediable hacia atrás; el segundo paso era mantenerse, y para ser francos…no duré mas de 2 segundos. El movimiento es además de complejo, sumamente exacto, por lo cual tenemos de tarea para estos próximos 3 años practicar, practicar y practicar, esperando que al finalizar el curso seamos si no unos expertos, si al menos unos viables profesores para quienes de alguna manera tendrán la función de aprender de nosotros.
Continuar sobre lo aprendido y aplicado durante el curso, me llevaría varias páginas mas, pero si es necesario enfatizar en que el mundo visto desde los ojos del paciente son radicalmente distintos al que nosotros percibimos desde nuestra posición. Su vida ha sufrido un cambio en todos los órdenes, tanto físico, mental y por supuesto familiar; ser parte de esa rehabilitación nos obliga a esforzarnos para lograr ser la diferencia en su futura calidad de vida, la cual evidentemente ha sido trastocada. Pero aquí quisiera cerrar con aquélla frase célebre muy aplicable en estos casos: "la fe es lo último que muere"
RAM