El autor nos presenta una nueva perspectiva sobre esa posibilidad real para cambiar nuestro futuro, transformándolo desde hoy. Lo principal es dejar atrás esos lastres propios de la humanidad, quejarse y quejarse por todo.
Cambiar las formas de ver las cosas, puedo considerarlo como el punto principal, el motivo de reflexión que tanto plantea el texto. Lo mejor es que si se toma su filosofía, la perspectiva futura de cada uno se verá positivamente favorecida, como dicen en el argot: se reflejara directamente en los bolsillos.
Ese termino 70/30, si lo vemos detalladamente, suena lógico y muy sencillo para realizar…pero, ¿tendremos la constancia para ello?.
Hablaré del mexicano promedio(el autor se basa en un status americano), donde el 50% viven en pobreza; día a día su premisa es subsistir, conseguir el dinero que pueda ser suficiente para al menos por esa jornada alimentar a su familia.
Entonces resulta muy complicado que a un trabajador con salario mínimo, pudiera dejar un 30% de su raquítico salario, para conseguir en el futuro no tan cercano la ansiada independencia financiera, que bien se entendería como una pensión vitalicia conseguida por méritos propios.
Solo si realmente se hace el esfuerzo, considero que recordando la común frase mexicana de tiempos de crisis “apretarnos el cinturón”, se puede lograr. Por supuesto con sus asegunes.
Por que de cualquier manera ese mexicano asalariado, con sus $60.00 diarios, seguro se compra su “coca”, incluso los sábados la cebada no falta. Ambos productos, además de ser caros, no son indispensables para alimentar correctamente su hogar.
Viendo pequeños huecos de este tipo, es factible aplicar ese mencionado programa basado en porcentajes. Aunque como lo he comentado, es cosa de actitud, y tal vez también de aptitud, cuando el mexicano promedio carezca de los conocimientos básicos para lograrlo.
Aplicado a mi persona, quien como el resto de los compañeros, tiene esa oportunidad un poco mas desahogado económicamente hablando, cualquier versión en contra no serían mas que pretextos para no quererlo hacer.
Si somos como el niño del texto, con nuestro dólar de ganancias, aplicándolo a partir del próximo ingreso, tendremos la misma reacción que el, de zozobra y disgusto, hasta desilusión; pero si solo continuamos haciéndolo, SIN QUEJARNOS, al poco tiempo ni cuenta nos daremos, bien dicen “como cosa perdida”, viendo los bolsillos, la liquidez estará ampliamente correspondida, con ello, nos regresará la misma sonrisa del personaje platicado.
LCE RODOLFO ANDRADE MEDINA
aztecazo, reforma educativa, memo ochoa y carlos vela, cnte, lluvias en la huasteca
y hoy así nos fue
lunes, 26 de diciembre de 2011
Oficio...DESCONOCIDO
Oficio: desconocido…
Recuerdo cierto día en primer grado de primaria, era aquel lejano 1987. Salimos al recreo, varios de mis compañeros y un servidor nos sentamos a la orilla del corredor, y platicamos lo que empezaba a ser una moda: “el mundo se acaba en el año 2000”.
Ahí me surgió por primera vez la duda sobre que sería de mí en la vida. Todos veíamos esa fecha como algo tan lejano como un viaje a otra galaxia; pero el gusanito me comenzaba a llegar.
Al crecer, llega la secundaria, la niñez termina, las hormonas aparecen, y la duda se acrecienta. Sin buscarlo, empieza a ser mas seria la preocupación sobre lo que debo hacer con mi vida. Todo evoluciona, el COBACH es mi actualidad, sigo con la misma pregunta…pero sin respuesta clara. Es momento de seleccionar que debo hacer, al menos en lo profesional, momento que definirá gran parte de mi futuro.
Elijo, entro a la universidad a continuar mi camino; pareciera que aquí se resolvía el dilema…que equivocado estaba.
Uno cree que tu propósito fundamental esta marcado por tu trabajo, el cual debería ser una profesión para toda la vida.
Hasta el momento sigo buscándolo, cuando creo haberlo encontrado todo cambia, y volvemos a comenzar. Al final del día creo que mi propósito estará decidido el día que me encuentre en mi lecho de muerte, y vea para atrás, notando que mi propósito era tan múltiple y variado, que se podría resumir en ser feliz y ayudar a mis seres queridos a lograrlo también.
La felicidad es tan efímera y complicada, que espero en otra oportunidad con dedicación a la misma explayar todo lo que mi mente tiene al respecto. Como bien decía la nana Goya “esa, es otra historia”
Claro que con el tiempo, basados en gran medida con las enseñanzas de casa, vamos creando una diferencia entre lo que esta bien y no. Primero por que lo que dictan tus padres es ley, segundo por que los profesores y la sociedad lo demuestran, pero aquí es donde ya entra tu libre albedrío.
Siento que desde los 12 años ya sabes diferenciar con exactitud todo lo bueno de lo malo; a nada ni nadie podrás culpar de tus actos y decisiones. Basados en esto, es fundamental mantener tus ideales intactos; cada día te enfrentas a situaciones que te ponen a dudar, incluso cuestionan tus actitudes.
Desafortunadamente en estos tiempos el ser una persona de valores ya no es una ventaja, sino todo lo contrario. Ahí es el momento para que te demuestres a ti mismo sobre lo que realmente eres, con esto sabes que cumples el mandato primario de Dios, que es seguir su palabra.
El mayor libro de superación personal es para mí la biblia, en donde vienen expuestas las circunstancias que unidas te pueden llevar a cumplirle a Dios, y de paso a ti, con esto alcanzarás tus metas, siendo la principal para los creyentes la vida completa…llama eterna.
Viéndolo objetivamente son una suma de órdenes tan básicas, pero fundamentales para el bien vivir en sociedad, incluso ya puestas en palabras actuales, recordemos “tu derecho termina donde comienza el derecho de tu prójimo”.
Estoy consiente que para ser feliz, puedo usar todo, menos lo que dañe a otra persona, caso contrario demostraré que para mi felicidad es necesario el pesar ajeno, y terminaría por violar mis propios principios.
Por mas que se diga que no, todos clasificamos a los demás. Que es una costumbre no sana, es cierto, pero en ocasiones se vuelve tan común como el hecho de diferenciar entre hombres y mujeres, mexicanos y extranjeros, o primos y hermanos.
Por sus actos, llegamos a etiquetar a las personas, y cierto el único encargado para juzgar debe ser Dios, pero ¿como abstenerse de pensar que alguien no es bueno, cuando comete barbaries, crea dolor, sufrimiento, movido por sus deseos mundanos de poder y dinero?
Me gusta convivir con personas con el ánimo de vivir, de cambiar, de ver el vaso medio lleno. Siento que cuando aparecen en tu vida es por que Dios te las manda, siempre en momentos difíciles, para que te percates de que todo sucede por una razón, pero nunca te olvida, sino simplemente prueba tu deseo de llegar a el.
Todo es cuestión de actitud, no dejarse llevar por la circunstancia, sino encontrar el fondo, que siempre trae enseñanza, espero que esto lo comprendamos, lo apliquemos, incluso cuando pareciera que el mundo nos voltea la cara.
El día que lo entendamos, estoy seguro que nuestra vida habrá tomado el rumbo que el creador nos dio.
Por lo pronto sigo en la búsqueda afanosa del mismo, con el deseo de día con día acercarme a el.
RODOLFO ANDRADE MEDINA
Recuerdo cierto día en primer grado de primaria, era aquel lejano 1987. Salimos al recreo, varios de mis compañeros y un servidor nos sentamos a la orilla del corredor, y platicamos lo que empezaba a ser una moda: “el mundo se acaba en el año 2000”.
Ahí me surgió por primera vez la duda sobre que sería de mí en la vida. Todos veíamos esa fecha como algo tan lejano como un viaje a otra galaxia; pero el gusanito me comenzaba a llegar.
Al crecer, llega la secundaria, la niñez termina, las hormonas aparecen, y la duda se acrecienta. Sin buscarlo, empieza a ser mas seria la preocupación sobre lo que debo hacer con mi vida. Todo evoluciona, el COBACH es mi actualidad, sigo con la misma pregunta…pero sin respuesta clara. Es momento de seleccionar que debo hacer, al menos en lo profesional, momento que definirá gran parte de mi futuro.
Elijo, entro a la universidad a continuar mi camino; pareciera que aquí se resolvía el dilema…que equivocado estaba.
Uno cree que tu propósito fundamental esta marcado por tu trabajo, el cual debería ser una profesión para toda la vida.
Hasta el momento sigo buscándolo, cuando creo haberlo encontrado todo cambia, y volvemos a comenzar. Al final del día creo que mi propósito estará decidido el día que me encuentre en mi lecho de muerte, y vea para atrás, notando que mi propósito era tan múltiple y variado, que se podría resumir en ser feliz y ayudar a mis seres queridos a lograrlo también.
La felicidad es tan efímera y complicada, que espero en otra oportunidad con dedicación a la misma explayar todo lo que mi mente tiene al respecto. Como bien decía la nana Goya “esa, es otra historia”
Claro que con el tiempo, basados en gran medida con las enseñanzas de casa, vamos creando una diferencia entre lo que esta bien y no. Primero por que lo que dictan tus padres es ley, segundo por que los profesores y la sociedad lo demuestran, pero aquí es donde ya entra tu libre albedrío.
Siento que desde los 12 años ya sabes diferenciar con exactitud todo lo bueno de lo malo; a nada ni nadie podrás culpar de tus actos y decisiones. Basados en esto, es fundamental mantener tus ideales intactos; cada día te enfrentas a situaciones que te ponen a dudar, incluso cuestionan tus actitudes.
Desafortunadamente en estos tiempos el ser una persona de valores ya no es una ventaja, sino todo lo contrario. Ahí es el momento para que te demuestres a ti mismo sobre lo que realmente eres, con esto sabes que cumples el mandato primario de Dios, que es seguir su palabra.
El mayor libro de superación personal es para mí la biblia, en donde vienen expuestas las circunstancias que unidas te pueden llevar a cumplirle a Dios, y de paso a ti, con esto alcanzarás tus metas, siendo la principal para los creyentes la vida completa…llama eterna.
Viéndolo objetivamente son una suma de órdenes tan básicas, pero fundamentales para el bien vivir en sociedad, incluso ya puestas en palabras actuales, recordemos “tu derecho termina donde comienza el derecho de tu prójimo”.
Estoy consiente que para ser feliz, puedo usar todo, menos lo que dañe a otra persona, caso contrario demostraré que para mi felicidad es necesario el pesar ajeno, y terminaría por violar mis propios principios.
Por mas que se diga que no, todos clasificamos a los demás. Que es una costumbre no sana, es cierto, pero en ocasiones se vuelve tan común como el hecho de diferenciar entre hombres y mujeres, mexicanos y extranjeros, o primos y hermanos.
Por sus actos, llegamos a etiquetar a las personas, y cierto el único encargado para juzgar debe ser Dios, pero ¿como abstenerse de pensar que alguien no es bueno, cuando comete barbaries, crea dolor, sufrimiento, movido por sus deseos mundanos de poder y dinero?
Me gusta convivir con personas con el ánimo de vivir, de cambiar, de ver el vaso medio lleno. Siento que cuando aparecen en tu vida es por que Dios te las manda, siempre en momentos difíciles, para que te percates de que todo sucede por una razón, pero nunca te olvida, sino simplemente prueba tu deseo de llegar a el.
Todo es cuestión de actitud, no dejarse llevar por la circunstancia, sino encontrar el fondo, que siempre trae enseñanza, espero que esto lo comprendamos, lo apliquemos, incluso cuando pareciera que el mundo nos voltea la cara.
El día que lo entendamos, estoy seguro que nuestra vida habrá tomado el rumbo que el creador nos dio.
Por lo pronto sigo en la búsqueda afanosa del mismo, con el deseo de día con día acercarme a el.
RODOLFO ANDRADE MEDINA
Mi meta
Hablar de un propósito en la vida, de un sueño a cumplir, puede ser un tema basto y fascinante.
La meta por definición es lo que deseamos alcanzar en base a objetivos. Pero nuestro mundo esta lleno de ellas. Siento que al momento de nacer hemos cumplido la primera…llegar a esta vida.
De ahí parten infinidad de ellas, las cuales bien podría catalogar en diferentes, muy distintas en su OBJETIVO una de otra.
Es por ello, he decidido avocarme a mi Meta estudiantil, mi sueño hacia donde deseo llegar y sentirme realizado, en las letras.
Partiendo del hecho, que nunca se termina de aprender, como bien me lo dijo mi maestra de primero de primaria, si siento que todos tenemos un lugar donde queremos vernos escolarmente.
Tuve la oportunidad de estudiar en las dos realidades, escuelas particulares y publicas.
Se tiene la idea de que en los colegios particulares se da educación para la élite, por consecuencia en las públicas se enseña a los pobres, a los “jodidos”.
Tal vez la principal diferencia que encuentro entre una y otra es la mentalidad. Una muestra clara es el “tecnológico de monterrey”, la universidad privada mas reconocida en el país.
Ahí antes que enseñarte a ser trabajador, te muestran el camino para ser un emprendedor; ciertamente las oportunidades laborales crean un abismo si se compara con universidades públicas, tan solo con el hecho de que los dueños de tal universidad son a la par poseedores de empresas importantes en la república.
La mentalidad nacional viene desde la educación básica, me atrevo a decir que desde la misma casa, donde la preocupación principal es cumplir con las necesidades básicas. De ahí solo los verdaderos mexicanos con ganas de superarse ven para arriba, aún contra la adversidad. Siento que el mexicano promedio es mediocre; al resto, lo hacen mediocre.
Si no se cambia la estructura de esta sociedad, nada cambiará. Ese sistema educativo tan pobre, generando eso, mas pobres, solo crea esperanzas para el político que viene como candidato, por que para el mexicano común, le demuestra que su futuro será igual de prometedor que el de su padre.
Mi sueño como estudiante es, y ha sido claro desde tiempo atrás: convertirme en “doctor en política internacional” o en su defecto, “doctor en relaciones internacionales”.
Primero daré una breve explicación del por que y para que de esto.
El por qué, lo considero simple, pues a mi parecer cada estudiante, desde sus albores debiera pensar en ser un “doctor” (cuya definición correcta evoca al experto en una ciencia o materia, y no al térmico mal dado sinónimo de Médico), culminar sus estudios hasta ser un real especialista además de conocedor de temas prioritarios de su entorno.
Si en este país el 50 % de las personas que inician sus actividades escolares terminaran con ese grado, estoy seguro por naturaleza fuera ya de primer mundo.
¿Para que ser doctor en política internacional?
Para entrar en un ámbito propio de mis constantes “sueños” y “metas” sobre intercomunicación entre los países, propios de la actual época globalizadora.
Recuerdo aquel viaje al DF en la universidad, donde visitamos la sede de la ONU en la capital mexicana; tuvimos una plática en el CEPAL, que simplemente me hechizó, contándonos sobre la actualidad de Latinoamérica en diferentes ámbitos, mostrándonos la razón de ser de su organismo y de la propia Organización de las Naciones Unidas.
Ahí definí por completo mi deseo de ser parte de esos organismos internacionales, moverme en círculos donde el bienestar de la humanidad sea prioridad.
Que mejor manera de lograrlo que siendo un experto, o al menos tratar de serlo en temas afines.
Es cierto, mi “meta” o “sueño” puede sonar ostentoso, hasta cercano a lo imposible, cosa que no me preocupa, solo me ocupa, razón clara de buscar el continuo mejoramiento del conocimiento al respecto.
Si soy ese “doctor” que deseo, las puertas para esa “casa” que se ve grande desde afuera podrán tener menos llaves de las que terrenalmente se creyera.
¿Como lograr ese sueño?
Trazar objetivos al respecto puede parecer una tarea hasta cierto modo lógica. El primero fue pensar en ello, buscar las maneras de algún día conseguirlo.
Resulta obvio que habría que tomar los pasos recurrentes, terminar el bachillerato (que fue donde comenzó la inquietud), buscar una carrera adhoc(la cual sin duda fue punto clave para aterrizar la idea).
Siguiente paso, la maestría. Escoger una que corresponda, sin duda se convirtió en hasta el día de hoy la decisión mas difícil.
Necesitaba por supuesto algo que se acercara a lo que busco.
En la actualidad las opciones son cada vez mayores; comienza a haber diversidad hasta en las formas de tomarlas.
También aquí intervienen muchos las realidades personales, y las “metas” que tengo al respecto.
El trabajo, la familia, la distancia y lo económico son ya factores que toman un nivel más importante al momento de elegir caminos.
Pero debía encontrar la que embonara mejor.
Es fundamental para este tipo de organismos el vínculo con la sociedad; no deseo ser un ratón de escritorio más en el burocratismo. La razón de ser de tales grupos es unir las diferencias para crear similitudes de conciencia.
De ahí tomé la opción de una maestría con ámbitos educativos.
Sé que es un punto a favor si en un futuro se me presenta la oportunidad, el que tenga conocimientos amplios al respecto, para poder ayudar a forjar los pensamientos del humano en sus amplísimas variedades, propias de las culturas tan inverosímiles del planeta.
El objetivo que continua ahora suena natural, terminar de forma correcta mi maestría. Que será a todas luces la carta de presentación para acceder a tan ansiado doctorado.
Tengo 31 años, un trabajo estable, una familia que me apoya, salud y a Dios de mi lado, así que el resto es totalmente mi deber, enfocarme en cada momento, aplicar lo que he aprendido, para aceptar que el sueño, esa meta vista años atrás esta hoy mas cerca que nunca.
Después de ello, seguramente mi sueño, mi meta, cambiará, tomará una ruta alterna, donde sin más me convertiré en lo que todos mis profesores fueron para mi, “realizadores de mi sueño”
LCE Rodolfo Andrade Medina
La meta por definición es lo que deseamos alcanzar en base a objetivos. Pero nuestro mundo esta lleno de ellas. Siento que al momento de nacer hemos cumplido la primera…llegar a esta vida.
De ahí parten infinidad de ellas, las cuales bien podría catalogar en diferentes, muy distintas en su OBJETIVO una de otra.
Es por ello, he decidido avocarme a mi Meta estudiantil, mi sueño hacia donde deseo llegar y sentirme realizado, en las letras.
Partiendo del hecho, que nunca se termina de aprender, como bien me lo dijo mi maestra de primero de primaria, si siento que todos tenemos un lugar donde queremos vernos escolarmente.
Tuve la oportunidad de estudiar en las dos realidades, escuelas particulares y publicas.
Se tiene la idea de que en los colegios particulares se da educación para la élite, por consecuencia en las públicas se enseña a los pobres, a los “jodidos”.
Tal vez la principal diferencia que encuentro entre una y otra es la mentalidad. Una muestra clara es el “tecnológico de monterrey”, la universidad privada mas reconocida en el país.
Ahí antes que enseñarte a ser trabajador, te muestran el camino para ser un emprendedor; ciertamente las oportunidades laborales crean un abismo si se compara con universidades públicas, tan solo con el hecho de que los dueños de tal universidad son a la par poseedores de empresas importantes en la república.
La mentalidad nacional viene desde la educación básica, me atrevo a decir que desde la misma casa, donde la preocupación principal es cumplir con las necesidades básicas. De ahí solo los verdaderos mexicanos con ganas de superarse ven para arriba, aún contra la adversidad. Siento que el mexicano promedio es mediocre; al resto, lo hacen mediocre.
Si no se cambia la estructura de esta sociedad, nada cambiará. Ese sistema educativo tan pobre, generando eso, mas pobres, solo crea esperanzas para el político que viene como candidato, por que para el mexicano común, le demuestra que su futuro será igual de prometedor que el de su padre.
Mi sueño como estudiante es, y ha sido claro desde tiempo atrás: convertirme en “doctor en política internacional” o en su defecto, “doctor en relaciones internacionales”.
Primero daré una breve explicación del por que y para que de esto.
El por qué, lo considero simple, pues a mi parecer cada estudiante, desde sus albores debiera pensar en ser un “doctor” (cuya definición correcta evoca al experto en una ciencia o materia, y no al térmico mal dado sinónimo de Médico), culminar sus estudios hasta ser un real especialista además de conocedor de temas prioritarios de su entorno.
Si en este país el 50 % de las personas que inician sus actividades escolares terminaran con ese grado, estoy seguro por naturaleza fuera ya de primer mundo.
¿Para que ser doctor en política internacional?
Para entrar en un ámbito propio de mis constantes “sueños” y “metas” sobre intercomunicación entre los países, propios de la actual época globalizadora.
Recuerdo aquel viaje al DF en la universidad, donde visitamos la sede de la ONU en la capital mexicana; tuvimos una plática en el CEPAL, que simplemente me hechizó, contándonos sobre la actualidad de Latinoamérica en diferentes ámbitos, mostrándonos la razón de ser de su organismo y de la propia Organización de las Naciones Unidas.
Ahí definí por completo mi deseo de ser parte de esos organismos internacionales, moverme en círculos donde el bienestar de la humanidad sea prioridad.
Que mejor manera de lograrlo que siendo un experto, o al menos tratar de serlo en temas afines.
Es cierto, mi “meta” o “sueño” puede sonar ostentoso, hasta cercano a lo imposible, cosa que no me preocupa, solo me ocupa, razón clara de buscar el continuo mejoramiento del conocimiento al respecto.
Si soy ese “doctor” que deseo, las puertas para esa “casa” que se ve grande desde afuera podrán tener menos llaves de las que terrenalmente se creyera.
¿Como lograr ese sueño?
Trazar objetivos al respecto puede parecer una tarea hasta cierto modo lógica. El primero fue pensar en ello, buscar las maneras de algún día conseguirlo.
Resulta obvio que habría que tomar los pasos recurrentes, terminar el bachillerato (que fue donde comenzó la inquietud), buscar una carrera adhoc(la cual sin duda fue punto clave para aterrizar la idea).
Siguiente paso, la maestría. Escoger una que corresponda, sin duda se convirtió en hasta el día de hoy la decisión mas difícil.
Necesitaba por supuesto algo que se acercara a lo que busco.
En la actualidad las opciones son cada vez mayores; comienza a haber diversidad hasta en las formas de tomarlas.
También aquí intervienen muchos las realidades personales, y las “metas” que tengo al respecto.
El trabajo, la familia, la distancia y lo económico son ya factores que toman un nivel más importante al momento de elegir caminos.
Pero debía encontrar la que embonara mejor.
Es fundamental para este tipo de organismos el vínculo con la sociedad; no deseo ser un ratón de escritorio más en el burocratismo. La razón de ser de tales grupos es unir las diferencias para crear similitudes de conciencia.
De ahí tomé la opción de una maestría con ámbitos educativos.
Sé que es un punto a favor si en un futuro se me presenta la oportunidad, el que tenga conocimientos amplios al respecto, para poder ayudar a forjar los pensamientos del humano en sus amplísimas variedades, propias de las culturas tan inverosímiles del planeta.
El objetivo que continua ahora suena natural, terminar de forma correcta mi maestría. Que será a todas luces la carta de presentación para acceder a tan ansiado doctorado.
Tengo 31 años, un trabajo estable, una familia que me apoya, salud y a Dios de mi lado, así que el resto es totalmente mi deber, enfocarme en cada momento, aplicar lo que he aprendido, para aceptar que el sueño, esa meta vista años atrás esta hoy mas cerca que nunca.
Después de ello, seguramente mi sueño, mi meta, cambiará, tomará una ruta alterna, donde sin más me convertiré en lo que todos mis profesores fueron para mi, “realizadores de mi sueño”
LCE Rodolfo Andrade Medina
feliz navidad 2011
De niño mi sueño navideño radicaba en esperar a Santa y ver el regalo que me trajo. De adolescente recibir la llamada de la chava que me gustaba. De universitario la llamada de mis amigos. Pero si algún sueño sigo manteniendo desde la niñez es que la navidad sea el momento mas lindo para estar con mi familia…y lo es.
El espíritu de la navidad se resume en AMOR, PAZ y RECONCILIACIÓN. Hagamos lo imposible para lograrlo, hagamos lo necesario para obtenerlo, hagamos lo que esté en nuestras manos para otorgarlo, simplemente de corazón, hagámoslo…
FELIZ NAVIDAD…
El espíritu de la navidad se resume en AMOR, PAZ y RECONCILIACIÓN. Hagamos lo imposible para lograrlo, hagamos lo necesario para obtenerlo, hagamos lo que esté en nuestras manos para otorgarlo, simplemente de corazón, hagámoslo…
FELIZ NAVIDAD…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)