Ahora que festejamos a la guadalupana, como cada año, recuerdo que fue precisamente un 12 de diciembre el dìa en que realize este sacramento.
Cursaba el 3er año de primaria, con la maestra marielena (la enojona); en aquellos dìas el 12 de diciembre era semi-festivo para el calendario escolar.
Esto significaba que muchos se lo tomaban libre, en especial los que teniamos algo que celebrar. Por que el 12 de diciembre de 1988 cayo en lunes, dìa hàbil.
La ceremonia se realizò en la iglesia San Martin de Porres, y fuè oficiada por el siempre recordado Padre Marcial primero (recordemos que despuès llegò el actual padre marcial a la ciudad).
Mis padrinos fueron como en el bautizo mis tios Mauro y Tere.
Confiezo nunca he sido un devoto de la festividad guadalupana, pero ese dìa sin duda es innolvidable por todo lo que implicò: cursè el catecismo por muuuuuchho tiempo, nos prepararon las catequistas (en este momento no recuerdo todos los nombres solo el de doña nachita) hasta a tomar la hostia con unos papeles recortados que simulaban esa acciòn.
Y bueno, de que sirve...si el niño al final hace lo que quiere. Pues la primera comuniòn fuè en grupo, y cuando llegò el tan esperado momento de tomar la hostia, olvidè la orden de "no mastiques la hostia, deja que se disuelva sola en tu boca". Que sucediò en cuanto el padre me la pone en la boca...la mastiquè...por que el padre tambièn lo hacia, fue mi explicaciòn.
Actualmente esa bonita tradiciòn se ha visto mas que disminuida. No siento ese mismo deseo de los niños por su primera comuniòn.
Y bueno que decir de que se convierta en un dìa libre en la escuela, ahora pasa casi inadvertido el 12 de diciembre.
Cantamos la de una "espiga dorada por el sol", la cual ensayamos cantidad de dìas en el catecismo, tengo que aceptar tuve unas excelentes catequiscas, la pregunta es: ¿seguirà asì?
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