Las características de un "macho" han sido establecidas como un elemento que las mujeres heterosexuales buscan en un hombre para establecer una pareja. Según un nuevo estudio, el peso corporal puede ser más poderoso en cuanto a la atracción se refiere.
Se creía que los machos, aquellos hombres con una marcada y fuerte mandíbula además de ojos entrecerrados, poseían mayor testosterona, según la hipótesis de discapacidad inmunocompetente: altos niveles de la hormona masculina interfieren con el sistema inmunológico, así que el hombre macho debe estar en excelente forma física para enfrentar la condición de discapacidad que su testosterona extra le otorga.
Sin embargo, un nuevo estudio muestra que mientras las mujeres responden más favorablemente a los rostros y cuerpos de hombres grandes y fuertes, ellas parecen interesarse más ante el sobrepeso y la delgadez -que no son características de un hombre macho- cuando escogen una pareja.
El sobrepeso o la adiposidad, "es una elección obvia para un marcador de inmunidad debido a su fuerte asociación con la salud e inmunidad", dijo a LiveScience, Vinet Coetzee investigadora de la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica.
El problema con la hipótesis de discapacidad inmunocompetente, es que la masculinidad no es un atractivo universal para todas las mujeres. Coetzee y sus colaboradores, señalan que el peso es un enlace consistente entre la salud y el funcionamiento adecuado del sistema inmune. Tanto el sobrepeso como la falta de peso, provocan problemas de salud debido al mal funcionamiento inmunológico en los individuos.
Para probar el rol evolutivo de la obesidad, Coetzee y su equipo fotografiaron 69 hombres caucásicos en ropa interior y midieron su grasa corporal y niveles de testosterona. Cerca del 65% tenían un peso adecuado, 4% estaban bajos de peso y el 30.4% tenían sobrepeso u obesidad.
La respuesta del sistema inmune de los hombres se midió con un examen de sangre antes y después de que los hombres recibieran la vacuna contra hepatitis B. Aquellos con una fuerte respuesta, mostraron mayor producción de anticuerpos después de recibir la inyección, que aquellos con bajas defensas. Los anticuerpos son las proteínas que reconocen y ayudan a neutralizar las bacterias en el cuerpo.
Después, 29 mujeres latvias heterosexuales miraron fotografías con los rostros de los hombres y después sus cuerpos y juzgaron su apariencia. Todas las mujeres estaban en etapa de fertilidad dentro del ciclo menstrual.
Otro grupo de 20 hombres y mujeres heterosexuales de origen finlandés, eligió a los hombres más masculinos; además 14 mujeres latvias juzgaron la grasa del rostro de los hombres, que está relacionada con su grasa corporal.
Los resultados arrojaron que la gordura, medida mediante la grasa facial, estaba relacionada con la respuesta de anticuerpos así como a su grado de atracción física. Los hombres pequeños y gordos presentaban un sistema inmune débil y menor atracción hacia las mujeres fértiles.
Un análisis estadístico encontró que contrario a lo que plantea la hipótesis de discapacidad inmunocompetente, la masculinidad no está ligada ni al a respuesta inmune ni al atractivo facial o corporal
"Encontramos que el peso de un hombre sirve como un mejor indicador de la relación entre la respuesta inmune y su atractivo que la simple descripción de masculinidad. Entonces es más probable que las mujeres consideren el peso sobre la masculinidad cuando eligen una pareja". Los niveles de testosterona están más ligados al peso que al concepto de macho.
Coetzee indicó que el estudio buscaba medir la respuesta inmune y no saber si las mujeres piensan en la "salud inmune" al escoger a un hombre. El estudio puede servir como un primer paso a la investigación de las relaciones en diferentes poblaciones usando métodos de medición alternos a la inmunidad.
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