Estar casado o tener una pareja estable reduce la producción de cortisol, conocida como la hormona del estrés, según revela un estudio dirigido por Dario Maestripieri, de la Universidad de Chicago y publicado en la revista Stress.
Para llegar a esta conclusión, Maestripieri y sus colegas trabajaron con medio millar de estudiantes de la Escuela de Negocios de Chicago, de los cuáles en torno al 40 por ciento de los hombres y el 53 por ciento de las mujeres estaban casados o en relaciones estables. La edad media fue de 29 años para los 348 hombres y de 27 años años para las 153 mujeres estudiadas.
Durante el estudio, los sujetos realizaron un test que medía sus capacidades económicas, entregando muestras de saliva antes y después del juego para analizar sus niveles de hormonas. Para hacer más "estresante" la prueba, a cada estudiante se le dijo que este test "tendría un impacto muy importante en su futuro profesional", explican los autores.
De este modo, los investigadores estadounidenses comprobaron que los niveles de cortisol estaban elevados en toda la muestra tras realizar el test, aunque las mujeres presentaron incrementos más altos que los hombres. El experimento, además, hizo descender la testosterona en los hombres, aunque no en las mujeres. No obstante, lo que más sorprendió a los científicos fue que, con independencia del sexo, las personas "solteras" presentaron incrementos de cortisol más altos que la media.
"Puede que el matrimonio por sí mismo sea estresante, pero parece ser que también hace más fácil enfrentarse a las situaciones estresantes de la vida diaria", concluye Maestripieri.
Para llegar a esta conclusión, Maestripieri y sus colegas trabajaron con medio millar de estudiantes de la Escuela de Negocios de Chicago, de los cuáles en torno al 40 por ciento de los hombres y el 53 por ciento de las mujeres estaban casados o en relaciones estables. La edad media fue de 29 años para los 348 hombres y de 27 años años para las 153 mujeres estudiadas.
Durante el estudio, los sujetos realizaron un test que medía sus capacidades económicas, entregando muestras de saliva antes y después del juego para analizar sus niveles de hormonas. Para hacer más "estresante" la prueba, a cada estudiante se le dijo que este test "tendría un impacto muy importante en su futuro profesional", explican los autores.
De este modo, los investigadores estadounidenses comprobaron que los niveles de cortisol estaban elevados en toda la muestra tras realizar el test, aunque las mujeres presentaron incrementos más altos que los hombres. El experimento, además, hizo descender la testosterona en los hombres, aunque no en las mujeres. No obstante, lo que más sorprendió a los científicos fue que, con independencia del sexo, las personas "solteras" presentaron incrementos de cortisol más altos que la media.
"Puede que el matrimonio por sí mismo sea estresante, pero parece ser que también hace más fácil enfrentarse a las situaciones estresantes de la vida diaria", concluye Maestripieri.
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